LOS HECHOS SOCIALES.
Se dice que una ciencia al originarse pone especial preocupación en los temas metodológicos. Pareciera que una nueva disciplina antes de preocuparse del mundo debe poner su atención en sí misma para poder desarrollarse. Cierta o no esta priorización de tareas, sucede que un nuevo orden del saber, para constituirse como tal, se ve impelido a determinar su objeto y su método.
Y para ello requiere diferenciarse y liberarse de sus orígenes en búsqueda de su ansiada autonomía. Eso, precisamente, es una de las preocupaciones de Durkheim en su libro Las reglas del método sociológico: independizar a la naciente sociología del pensamiento de la filosofía que él ve como una vía de conocimiento infertil.
Después de establecer que los fenómenos sociales deben ser tratados como “cosas”, Durkheim formula las reglas principales que son corolarios de la precedente:
“Es necesario desechar sistemáticamente todas las prenociones."
"La duda metódica de Descartes en el fondo no es más que una aplicación de esta regla. Si en el momento de fundar la ciencia, Descartes afirma como ley la necesidad de dudar de todas las ideas recibidas anteriormente, actúa así porque desea utilizar únicamente conceptos elaborados con criterio científico por lo tanto, es necesario rechazar, por lo menos provisoriamente, todos los que tienen otro origen.
Vimos que el método de Durkheim estaba animado por una idea fundamental, procurar ser independiente de toda filosofía. Bajo esta idea analizaremos la regla reseñadas más arriba. Pero antes de eso es necesario aclarar -al menos de manera sucinta- en qué consiste la filosofía para Durkheim. En primer lugar, y de modo general, consiste en lo que tradicionalmente se entiende por ella: metafísica. Es por ello que el propio Durkheim hace equivalente esos dos términos como queda claro en la Conclusión de su libro y cuando plantea también que la sociología
"no debe tomar partido entre las grandes hipótesis que dividen a los metafísicos"
Pero, más particularmente, filosofía es aquel modo de pensamiento que no se atiene a las cosas, que no trata de observarlas sin agregarles ni quitarles nada. En otro libro del autor se manifiesta claramente.Contestando una observación de M. Weber -y refiriéndose a la moral- Durkheim aclara por qué descarta las teorías de los filósofos. Contesta que a diferencia de la astronomía, la filosofía no tiene como razón de ser expresar adecuada y objetivamente la realidad. La filosofía "jamás se ha dado por finalidad el traducir fielmente, sin agregarle nada, sin quitarle nada" una realidad determinada.
Está claro, filosofía es para Durkheim aquel modo de pensamiento que no se remite a las cosas, que les agrega o les quita algo. Se entiende ahora, entonces, su primera regla, evitar sistemáticamente todas las prenociones. Se trataría de acceder a los hechos sin nociones que condicionen nuestro conocimiento de ellos. Así pues, al criticar la noción de J. Stuart Mill en relación al objeto de la economía política, Durkheim sostiene que Mill la basa en concepciones de su espíritu y no "observando de que condiciones dependía la cosa que estudia", no "en realidades que podemos señalar con el dedo"
Para Durkheim "la explicación sociológica consiste exclusivamente en establecer relaciones de causalidad, trátese de vincular un fenómeno con su causa, o por el contrario una causa con sus efectos útiles." Así pues, se compromete con el principio de causalidad y, además, con una concepción determinada de él: sostiene que afirmar que un fenómeno puede tener distintas causas es negar el principio de causalidad; para él un fenómeno sólo tiene una causa .
Aún más, estableciendo una distinción entre el medio social general (la sociedad) y los medios particulares (familia, corporaciones profesionales) sostiene el carácter causal determinante del primero, afirmando que "la acción de los medios particulares no podría tener la importancia del medio general; pues a su vez están sometidos a la influencia de este último." Si esto se rechaza, según él, "la sociología no puede establecer ninguna relación causal" Es decir, Durkheim no sólo se compromete con el principio de causalidad, sino que además con una particular jerarquía de las causas.
Pero, Durkheim no sólo defiende una posición jerárquica de las causas, sino que además niega la posibilidad de la multicausalidad: "el pretendido axioma de la pluralidad de las causas es una negación del principio de causalidad." Y también: "A un mismo efecto corresponde siempre una misma causa".
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